Desde hace varos años escuchamos noticias que involucran al lavado de dinero y, aunque es un tema que se utiliza para cualquier justificación de movimiento de capital, poco se sabe de su origen, causas y efectos.
Cuando
vemos un negocio que no conocemos, pero se nos hace raro, siempre decimos que
es lavado de dinero; vemos cómo construyen edificios, centros comerciales, se
abren restaurantes, y todo decimos que es lavado de dinero; incluso, los
políticos quieren agredir a sus contrincantes acusándolos de lavado de dinero.
Esto demuestra que ni siquiera quienes pretenden ser nuestros gobernantes saben
lo que es el lavado de dinero.
Podríamos dar una definición muy sencilla: el lavado de dinero es el medio por
el cual el dinero obtenido por una actividad ilícita, sufre un proceso para
poder ser utilizado en una actividad lícita. El lavado de dinero no es un
delito por sí mismo, primero tiene que haber una actividad ilícita que genere
dinero sucio.
La compra-venta es una actividad lícita, pero, comprar y vender droga es una
actividad ilícita. Por lo tanto, el dinero generado en esa actividad es dinero
sucio. Hay muchas actividades que generan dinero sucio, además de las drogas,
entre otras: el tráfico de armas, de humanos, de órganos; el robo, contrabando,
fraude, secuestro, etcétera. Es decir, cualquier actividad ilícita que genere
dinero, lo genera sucio y, en consecuencia, tendrá que pasar por un proceso de
lavado a fin de ser utilizado en la economía formal.
¿Cuál es
el proceso del lavado de dinero?
Todo depende del volumen de dinero que se pretenda lavar. Si los montos son
pequeños no hay gran problema, ya que el lavado pasará casi inadvertido, la
gente no se dará cuenta. Sin embargo, a medida que los montos son mayores,
entonces los procesos se van complicando, inclusive hasta tener grandes
estrategias con empresas transnacionales. Veamos un par de ejemplos.
Un policía me detiene porque hoy no circula mi auto y me saca $250 de ahí
tiene que repartir el dinero entre su pareja y su jefe, y le quedan solo
$50. Del mismo modo, este policía detiene a otros cuatro autos, lo cual
quiere decir que se lleva $250. diarios. Con ese dinero compra un “pomo” y
unos refrescos en el Oxxo, todo por $200. y le sobran $50., que se lleva a
su casa para el gasto diario. Laborando 22 días al mes, su incremento al gasto
para la casa es de $1,100.000, cantidad que se va en los gastos normales de la
casa. En este caso no hay ningún problema para lavar el dinero.
Por otro lado, si ese policía es ascendido a sargento y se lleva a su casa
cuando menos $8,000, al mes, su nivel de vida se verá mejorado, le alcanzará
en poco tiempo para comprar una TV de 40 pulgadas ver el futbol los domingos.
Él y su familia incrementarán sus gastos, ya que tienen más dinero y quieren
vivir mejor: ropa de marca, un automóvil (aunque sea usado, al fin que no tiene
que verificarlo y no lo van a detener el día que no circula).
Cuando asciende a capitán, entonces el excedente será de, al menos $50,000, mensuales. En este caso, ya no se puede ocultar la riqueza, pues además de las
compras, enviará a los hijos a una escuela particular. Con los gastos de la
casa, todavía lava el dinero sin dificultad aunque la gente comience a
sospechar que con su sueldo no le alcanza.
Sin embargo, cuando los flujos son mayores y las necesidades primarias son
satisfechas (casa, vestido, sustento), comienza a gastar en cosas no
prioritarias como los viajes, la compra de aparatos eléctricos, los automóviles
y, por qué no, las novias. Aquí, la necesidad de pensar en esquemas de lavado
comienzan a darse.
Cuando los montos a lavar son a partir de $500,000 al mes se necesitan
distintos esquemas: una vez comprará un auto, pero eso no lo va a hacer todos
los meses; si el dinero es en efectivo, los bancos ya le retuvieron el Impuesto
a los Depósitos en Efectivo (IDE), la declaración anual que el patrón envía al
Servicio de Administración Tributaria (SAT), dice cuánto ganó, pero no
corresponde al monto que tiene de ingresos (y de gastos). Si no hace las cosas
bien, el SAT puede comenzar a molestarlo (ganaste $360,000 de sueldos y
pagas tarjetas por $1,000,000 ¿Cómo lo hizo?), de seguro ya tiene la casa
en Bosques, el departamento en Acapulco y el Mercedes y el BMW. Si es así, ya
hay un problema, pues si no se es un profesional, entonces se requiere la
asesoría de uno para lavar el dinero.
En muchas ocasiones, los abogados, Contadores Públicos y notarios, ayudamos a
nuestros clientes con sus penas fiscales y financieras; sin embargo, en más de
una ocasión estos clientes podrían estar lavando dinero y nosotros los
estaríamos ayudando sin saberlo. Es muy difícil que nos lo digan. Los despachos
se pelean las grandes cuentas, pero puede ser que una empresa famosa esté
lavando cantidades importantes de dinero.
El lavado de dinero genera grandes beneficios a la comunidad; la gente que
tiene dinero consume, va de compras (adquiere ropa, casas, viajes, autos,
etcétera); le gusta gastar y esto crea empleos; por lo tanto, tiene una función
social y económica muy importante para cualquier país. Sin embargo, ¿por qué se
condena el lavado de dinero? Se reprueba porque es dinero que proviene de una
actividad ilícita, y si no se condenara, se estaría premiando a los
delincuentes. Pablo Escobar, en Colombia, repartía ropa entre el pueblo,
construía parques escuelas para los niños y a los adultos los contrataba; el
pueblo lo adoraba (no hay nada más fácil para ganarse al pueblo que darles
dinero, pregunten a los políticos si no es así). A pesar de todo, el origen de su
dinero era ilícito, pues el Sr. Escobar vendía droga; por lo tanto, su dinero
-aunque se utilizara para los mejores fines-, era un dinero sucio.
¿Quiénes
deben vigilar y prevenir el lavado de dinero?
Los gobiernos de los distintos países se preocupan y emiten legislaciones; sin
embargo, en todos los casos han dejado en manos de los particulares la tarea de
prevención. El sector financiero de todo el mundo tiene la obligación de
cerciorarse de que el dinero que manejan proviene de fuentes legítimas; asimismo,
obligan a otros gremios, como el de los notarios, abogados, contadores, agentes
de bienes raíces y otros, a que también lleven a cabo funciones de prevención y
reporte, generando la figura de un oficial de cumplimiento, que se
responsabiliza de informar a las autoridades cuando existan actividades que
puedan considerarse sospechosas y, en caso de omitir estos reportes, si las
autoridades se percatan de que debió emitir el reporte y no lo hizo, las
sanciones económicas a la empresa que no reportó pueden ser muy altas, incluso
pueden considerarse cómplices y terminar en la cárcel. Exactamente igual que
con la parte fiscal: a la autoridad le resulta más fácil obligar y sancionar a
quien tiene identificado que a quien está lavando dinero.
Podríamos dar una definición muy sencilla: el lavado de dinero es el medio por
el cual el dinero obtenido por una actividad ilícita, sufre un proceso para
poder ser utilizado en una actividad lícita. El lavado de dinero no es un
delito por sí mismo, primero tiene que haber una actividad ilícita que genere
dinero sucio.
La compra-venta es una actividad lícita, pero, comprar y vender droga es una
actividad ilícita. Por lo tanto, el dinero generado en esa actividad es dinero
sucio. Hay muchas actividades que generan dinero sucio, además de las drogas,
entre otras: el tráfico de armas, de humanos, de órganos; el robo, contrabando,
fraude, secuestro, etcétera. Es decir, cualquier actividad ilícita que genere
dinero, lo genera sucio y, en consecuencia, tendrá que pasar por un proceso de
lavado a fin de ser utilizado en la economía formal.
¿Cuál es
el proceso del lavado de dinero?
Todo depende del volumen de dinero que se pretenda lavar. Si los montos son
pequeños no hay gran problema, ya que el lavado pasará casi inadvertido, la
gente no se dará cuenta. Sin embargo, a medida que los montos son mayores,
entonces los procesos se van complicando, inclusive hasta tener grandes
estrategias con empresas transnacionales. Veamos un par de ejemplos.
Un policía me detiene porque hoy no circula mi auto y me saca $250 de ahí
tiene que repartir el dinero entre su pareja y su jefe, y le quedan solo
$50. Del mismo modo, este policía detiene a otros cuatro autos, lo cual
quiere decir que se lleva $250. diarios. Con ese dinero compra un “pomo” y
unos refrescos en el Oxxo, todo por $200. y le sobran $50., que se lleva a
su casa para el gasto diario. Laborando 22 días al mes, su incremento al gasto
para la casa es de $1,100.000, cantidad que se va en los gastos normales de la
casa. En este caso no hay ningún problema para lavar el dinero.
Cuando asciende a capitán, entonces el excedente será de, al menos $50,000, mensuales. En este caso, ya no se puede ocultar la riqueza, pues además de las
compras, enviará a los hijos a una escuela particular. Con los gastos de la
casa, todavía lava el dinero sin dificultad aunque la gente comience a
sospechar que con su sueldo no le alcanza.
Sin embargo, cuando los flujos son mayores y las necesidades primarias son
satisfechas (casa, vestido, sustento), comienza a gastar en cosas no
prioritarias como los viajes, la compra de aparatos eléctricos, los automóviles
y, por qué no, las novias. Aquí, la necesidad de pensar en esquemas de lavado
comienzan a darse.
Cuando los montos a lavar son a partir de $500,000 al mes se necesitan
distintos esquemas: una vez comprará un auto, pero eso no lo va a hacer todos
los meses; si el dinero es en efectivo, los bancos ya le retuvieron el Impuesto
a los Depósitos en Efectivo (IDE), la declaración anual que el patrón envía al
Servicio de Administración Tributaria (SAT), dice cuánto ganó, pero no
corresponde al monto que tiene de ingresos (y de gastos). Si no hace las cosas
bien, el SAT puede comenzar a molestarlo (ganaste $360,000 de sueldos y
pagas tarjetas por $1,000,000 ¿Cómo lo hizo?), de seguro ya tiene la casa
en Bosques, el departamento en Acapulco y el Mercedes y el BMW. Si es así, ya
hay un problema, pues si no se es un profesional, entonces se requiere la
asesoría de uno para lavar el dinero.
En muchas ocasiones, los abogados, Contadores Públicos y notarios, ayudamos a
nuestros clientes con sus penas fiscales y financieras; sin embargo, en más de
una ocasión estos clientes podrían estar lavando dinero y nosotros los
estaríamos ayudando sin saberlo. Es muy difícil que nos lo digan. Los despachos
se pelean las grandes cuentas, pero puede ser que una empresa famosa esté
lavando cantidades importantes de dinero.
El lavado de dinero genera grandes beneficios a la comunidad; la gente que
tiene dinero consume, va de compras (adquiere ropa, casas, viajes, autos,
etcétera); le gusta gastar y esto crea empleos; por lo tanto, tiene una función
social y económica muy importante para cualquier país. Sin embargo, ¿por qué se
condena el lavado de dinero? Se reprueba porque es dinero que proviene de una
actividad ilícita, y si no se condenara, se estaría premiando a los
delincuentes. Pablo Escobar, en Colombia, repartía ropa entre el pueblo,
construía parques escuelas para los niños y a los adultos los contrataba; el
pueblo lo adoraba (no hay nada más fácil para ganarse al pueblo que darles
dinero, pregunten a los políticos si no es así). A pesar de todo, el origen de su
dinero era ilícito, pues el Sr. Escobar vendía droga; por lo tanto, su dinero
-aunque se utilizara para los mejores fines-, era un dinero sucio.
¿Quiénes
deben vigilar y prevenir el lavado de dinero?
Los gobiernos de los distintos países se preocupan y emiten legislaciones; sin
embargo, en todos los casos han dejado en manos de los particulares la tarea de
prevención. El sector financiero de todo el mundo tiene la obligación de
cerciorarse de que el dinero que manejan proviene de fuentes legítimas; asimismo,
obligan a otros gremios, como el de los notarios, abogados, contadores, agentes
de bienes raíces y otros, a que también lleven a cabo funciones de prevención y
reporte, generando la figura de un oficial de cumplimiento, que se
responsabiliza de informar a las autoridades cuando existan actividades que
puedan considerarse sospechosas y, en caso de omitir estos reportes, si las
autoridades se percatan de que debió emitir el reporte y no lo hizo, las
sanciones económicas a la empresa que no reportó pueden ser muy altas, incluso
pueden considerarse cómplices y terminar en la cárcel. Exactamente igual que
con la parte fiscal: a la autoridad le resulta más fácil obligar y sancionar a
quien tiene identificado que a quien está lavando dinero.
Copyright ©
C.P.C. David HenryFoulkes Woog
Director de Redes de Investigación para
el Desarrollo, S.C.contaduriapublica.org.mx
C.P.C. David HenryFoulkes Woog
Director de Redes de Investigación para
el Desarrollo, S.C.contaduriapublica.org.mx
Fecha Publicación 9 de agosto de 2013
La información aquí contenida es de naturaleza general y no tiene el propósito de abordar las circunstancias específicas de ningún individuo o entidad en particular. No tiene motivos económicos y no se puede entender como una asesoría al tema expuesto por el autor.
Fecha Publicación 9 de agosto de 2013
La información aquí contenida es de naturaleza general y no tiene el propósito de abordar las circunstancias específicas de ningún individuo o entidad en particular. No tiene motivos económicos y no se puede entender como una asesoría al tema expuesto por el autor.