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Una comprensión cabal del riesgo

Conocer las interrelaciones entre tres facetas del riesgo sirve de fundamento para un enfoque de auditoría basado en el riesgo.


El objetivo central de una actividad de auditoría es añadir valor al facilitar que la organización alcance sus objetivos. El mejor modo de conseguirlo es brindar servicios basados en el riesgo destinado a evaluar si los riesgos clave que afectan esos objetivos se gestionan adecuadamente y a proporcionar asesoramiento para la mejora de las actividades de gestión de riesgos.

Pero el riesgo es complejo. ¿Cómo pueden estar seguros los directores ejecutivos de auditoría (DEA) de que su personal está en condiciones de implementar una auditoría basada en el riesgo de manera exitosa?

Garantizar que el enfoque de auditoría se base en un fundamento sólido, con una comprensión cabal del riesgo, es un buen punto de partida.

Establecer el fundamento

Una definición clara de riesgo es la piedra angular de un enfoque de auditoría basada en el riesgo. La definición debe ser rigurosa e inequívoca, y aceptada de manera general en el entorno de auditoría interna y en toda la organización.

En Enterprise Risk Management: Achieving and Sustaining Success (Gestión de riesgo empresarial: cómo lograr y sostener el éxito), por Paul Sobel y Kurt Reding (publicado por la Fundación de Investigaciones del IIA), se define el riesgo como “el efecto total de eventos y resultados inciertos en el logro de los objetivos”. Se debe explicar cada término clave de esta definición, comenzando por los objetivos, de modo que todos en la organización lo acepten.

Objetivos. El riesgo comienza y termina con los objetivos y es relevante solo en el contexto de estos. Además, los únicos riesgos importantes para una organización son aquellos que afectan el logro de sus objetivos. En el nivel más alto, los objetivos de una organización se ven reflejados en los enunciados de su misión y visión. Los objetivos más específicos se utilizan en todos los niveles de la organización como criterio por el que la dirección se puede guiar para evaluar la eficacia de los tratamientos de riesgos. En la definición expresada está implícita la noción de que el riesgo tiene consecuencias tanto positivas como negativas en relación con el logro de los objetivos.

Eventos. Son sucesos que tienen lugar en la organización o fuera de ella y que inciden de algún modo en el logro de sus objetivos.

Puede ser un hecho natural o un hecho humano. Los eventos incluyen decisiones y acciones. Pueden haber tenido lugar en el pasado u ocurrir en el futuro. Algunos eventos futuros son más fáciles de prever que otros.

En casos extremos, es posible que existan eventos futuros inimaginables. Pueden ocurrir de manera rápida o lenta y ser buenos o malos.

Los eventos no siempre suceden uno por vez, ni tampoco de manera independiente. En cambio, suelen acontecer agrupados e interactuar entre sí. Dos o más eventos pueden unirse y formar un evento más grande.


Los eventos pueden sucederse en cadena, tipo dominó: un suceso desencadena otro; este, un tercero y así sucesivamente. Eventos malos pueden contrarrestar parcialmente eventos buenos o viceversa.


Tomado de la Revista del
  Instituto de Auditores del 
mes de  junio de 2013 
The Institute of Internal Auditors
www.internalauditoronline.org/