ENTREVISTA A JÖRGEN HOLMQUIST PRESIDENTE DEL COMITÉ INTERNACIONAL DE ÉTICA DEL SECTOR DE AUDITORÍA (IESBA)
Jörgen
Holmquist (Estocolmo, 1947) es el presidente del Comité Internacional de Ética
del Sector de Auditoría (IESBA, por sus siglas en inglés).
“Sería bueno ver a algún competidor más entre las cuatro grandes firmas”
Pregunta. ¿Por qué se trabaja en una revisión del
código ético?
Respuesta. No se trata de un cambio en los contenidos
del código, sino de su estructura. Es un texto difícil de leer, y el objetivo
es hacerlo más accesible, especialmente para las firmas de auditoría de tamaño
medio y pequeño. Estamos en una fase de consultas en el sector y con los
reguladores para ver cómo mejorar la estructura del código.
R. Hay muchos responsables en esta crisis:
banqueros, políticos, supervisores,... Los auditores también tienen una parte
de responsabilidad. No se trata de que hubiera un problema de independencia
frente a sus clientes, más bien fallos en la forma en la que se hacían las
auditorías, puesto que los trabajos deberían haber proporcionado mejor
información para juzgar lo que estaba ocurriendo.
P. ¿Se ha aprendido de los errores?
R. Los auditores están reflexionando sobre cómo
mejorar su trabajo. Es un proceso en desarrollo. Desde el punto de vista de la
ética hay varias cosas a estudiar: cómo fortalecer la independencia, cómo
mejorar las reglas de rotación, cómo reaccionar cuando se detectan
irregularidades...
P. ¿Están los auditores ayudando a restaurar la
confianza en los mercados?
R. Es importante que exista confianza en los
auditores, ya que una de sus funciones es que los inversores den por buena la
información de las compañías. Este papel no ha cambiado y creo que se cumple,
aunque, evidentemente, en los casos donde se esté poniendo en duda la labor del
auditor es clave tratar de solucionarlo.
P. En muchos casos, los ingresos por servicios
diferentes de los de auditoría están ganando peso. En estas ocasiones, ¿corre
riesgo la independencia del auditor?
R. Esta situación no se puede generalizar. En el
código ético está muy claro que hay un número de servicios que un auditor no
puede prestar. Ahora estamos revisando estas reglas para ver si necesitan ser
reforzadas.
P. ¿Sería partidario de poner un límite a estos
servicios?
R. La más difícil es encontrar un equilibrio
entre las distintas fuentes de ingresos. Los ingresos por trabajos extra no
deben subsidiar las tarifas por la labor de auditoría, ya que esta se debe
pagar por sí misma. Si hay un caso en el que la facturación por otros servicios
tiene un peso muy elevado podría ser un problema, pero es muy difícil decir
dónde está el límite, ya que depende de las circunstancias. En este aspecto es
muy importante la transparencia, que el mercado sepa qué se paga y por qué.
P. La Comisión Europea lucha desde hace años por
abrir el mercado a una mayor competencia. ¿Qué le parece?
R. La rotación de las firmas de auditoría no es
la panacea, tiene ventajas, pero también inconvenientes. Hay aspectos más
importantes para mejorar el funcionamiento del sector. Además, hay que tener en
cuenta que durante la relación entre una empresa y su auditor cambian los socios
de auditoría y, generalmente, muchos directivos de la empresa.
P. ¿Cree que hay competencia real en esta
industria? ¿Cómo se explica que los ingresos de las grandes firmas aumenten
cada año, pese a la crisis?
R. No me sorprenden que los ingresos sean estables
o se incrementen, porque con la crisis se demandan más servicios. Cuando se
analiza el sector entre las firmas medianas y pequeñas hay bastante
competencia. Entre las grandes auditoras puede darse en menor medida, pues hay
mayor concentración. En mi opinión, debería haber alguna auditora más que las big
four. Sin embargo, ¿cómo se puede lograr esto? No es nada fácil.
P. Existe la sensación de que los auditores
cobraron como parte del problema, y ahora, como parte de la solución...
R. Puedo entender ese sentimiento, pero, para
mí, la cuestión clave es si los auditores actúan de forma ética y si sus
trabajos tienen la suficiente calidad. Los auditores ahora tienen mucho más
trabajo por la crisis y trabajan un mayor número de horas. La tendencia muestra
una reducción de los honorarios por hora. No creo que los auditores, como regla
general, se estén beneficiando por la crisis.
P. Las cuatro grandes auditoras tienen un origen
anglosajón. ¿Cree que sería bueno promocionar una gran firma europea?
R. Es difícil crear desde cero una empresa, ya
que lo que necesitan los clientes es una red mundial que pueda darles servicio
en cualquier país donde estén presentes.
Tomado de la
Entrevista de DAVID FERNÁNDEZ Madrid
El Pais..“La rotación del auditor no es la panacea, tiene inconvenientes”
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